Caminho dos Carvalhos de Roque - Beirã - Foto José Coelho
En
el camino aprendí
que
llegar alto no es crecer,
que
mirar ni siempre es ver,
ni
que escuchar es oír,
ni
lamentarse sentir,
ni
acostumbrarse querer.
En
el camino aprendí
que estar solo no es soledad,
que
cobardía no es paz,
ni
ser feliz, sonreír
y
que peor que mentir
es
silenciar la verdad.
En
el camino aprendí
que
la ignorancia no es no saber,
ignorante
es ese ser
cuya
arrogancia más vil
es
de bruto presumir
y
no quere aprender.
En
el camino aprendí
que
puede un sueño de amor
abrirse
como una flor
y
como esa flor morir,
y
que su breve existir
fue
todo aroma y color.
En
el camino aprendí
que
la humildad no es sumisión,
la
humildad es ese don
que
se suele confundir.
No
es lo mismo ser servil
que
ser un buen servidor.
En
el camino aprendí
que
la ternura no es doblez,
ni
vulgar la sencillez,
ni
lo solemne verdad;
vi
al poderoso mortal
y
a tontos con altivez.
En
el camino aprendí
que
es mala la caridad
del
ser humano que da
esperando
recibir,
que
no hay defecto más ruin
que
presumir de bondad.
En
el camino aprendí
que
en cuestión de conocer,
de
razonar y saber,
es
importante, entendí,
mucho
más que lo que vi,
lo
que me queda por ver.
Rafael
Amor